viernes, 2 de mayo de 2008

El Principado de Asturias procede al cierre de una residencia de mayores en Gijón por sobreocupación y funcionamiento irregular

El expediente ha sido trasladado al Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias por si los hechos constatados en la inspección pueden ser constitutivos de delito

OVIEDO, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Planificación y Calidad de la Consejería de Bienestar Social del Principado de Asturias ha iniciado el trámite de cierre de la Residencia Santa Inés, en Gijón, por funcionamiento irregular, sobreocupación del centro e incumplimiento de las condiciones tanto materiales como organizativo-funcionales que recoge el Decreto 79/2002 por el que se aprueba el Reglamento de Autorización, Registro, Acreditación e Inspección de Centros de Atención de Servicios Sociales (BOPA 01/07/2002).

Según informaron fuentes del Principado a través de una nota de prensa, esta decisión se toma después de los técnicos de la Consejería inspeccionaran la residencia en tres ocasiones detectando diferentes irregularidades.

La primera inspección se efectuó el 18 de febrero del 2008 y durante la misma se pudo comprobar que en la residencia había dos personas más de las autorizadas. En este momento no se inició el procedimiento de cierre ya que se pactó el cierre voluntario en el plazo de seis meses.

La segunda inspección se realizó el 13 de marzo del 2008. Fue una inspección nocturna en la que se detectaron diferentes irregularidades, como la relativa a la sobreocupación, ya que en el momento de la inspección había 27 residentes en lugar de los 21 autorizados

Además, en una habitación de 12 metros cuadrados dormían seis personas sin que quedase espacio de paso entre las camas. También se constata la existencia de tres habitaciones de cuatro personas, expresamente prohibidas por el decreto. Tres personas estaban sobre camas plegables en una zona de paso anexa al comedor de unos diez metros cuadrados.

La tercera inspección se efectuó un día después y durante la misma, constatando que se mantiene la sobreocupación y que los residentes se distribuyen y duermen en habitaciones dobles, cuádruples y camas extra.

En el botiquín o sala de curas había un armario en el que se guarda bajo llave abundante medicación. Además, la finca donde se ubica el centro está en muy mal estado y se constató la existencia de un socavón en un lateral donde se ubicaba una fosa séptica.

La rampa de acceso no cumplía la normativa de supresión de barreras arquitectónicas y carecía además de barandilla de protección lateral. La cocina no dispone de la superficie mínima necesaria, no contaba con sistema de enjabonado individual y la persona que estaba trabajando en el momento de la inspección en la cocina no presentaba la formación en manipulación de alimentos necesaria para la actividad que desarrolla.

Las habitaciones dobles no disponían de la superficie mínima necesaria ni contaban con el mobiliario exigido. Faltaban sillas, mesas, armarios y no disponían del equipamiento mínimo exigido: timbre de llamada para cada usuario, luz de sueño o llave propia de luz.

Además, los responsables de la inspección detectaron a dos personas residentes, sujetas por medidas de sujeción mecánica, en cuya documentación personal no constaba la prescripción de las mismas. También advirtieron humedades en las habitaciones de la planta baja, mobiliario de la cocina en mal estado, enchufes en mal estado con los cables al aire, algunos armarios no cerraba y estaban muy deteriorados, mientras que uno de los somieres de metal estaba herrumbroso y en muy mal estado.

Residencia Santa Inés, Gijón. Imagen Jorge Peteiro

La directora general de Planificación y Calidad de la Consejería de Bienestar Social, Teresa Martínez, aseguró que el expediente de cierre de esta residencia responde al protocolo de seguimiento intensivo de inspecciones en aquellas residencias en las que se ha detectado alguna irregularidad y es una de las medidas incluidas en el programa bienal de inspección y calidad.

Teresa Martínez advirtió asimismo que este expediente se comunicado a la inspección sanitaria y al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) por si los hechos constatados en la inspección pudieran ser constitutivos de algún delito. Teresa Martínez aseguró "que vamos a ser inflexibles con las malas prácticas, que son minoritarias en el sector, pero a veces muy resistentes". "Hacemos un llamamiento a la población a que colaboren y denuncien porque atentan contra los derechos de las personas, no vamos a cesar hasta que se erradiquen este tipo de prácticas que resultan una agresión a la dignidad de las personas", aseguró Teresa Martínez.


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