Cepeda MS, Carr DB, Lau J, Alvarez H
De La Biblioteca Cochrane Plus, número 4, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Todos los derechos están reservados.
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Fecha de la modificación significativa más reciente: 10 de febrero de 2006. Las revisiones Cochrane se revisan regularmente y se actualizan si es necesario.
RESUMEN EN TÉRMINOS SENCILLOS
La música no debe considerarse como un tratamiento de primera línea para el alivio del dolor debido a que la magnitud de sus beneficios es pequeña.
La audición de música como tratamiento para el dolor ofrece las ventajas potenciales del bajo costo, la facilidad de administración y la seguridad. Esta revisión sistemática incluyó 51 estudios con 3 663 sujetos. Los revisores encontraron que la música redujo el dolor, aumentó el número de pacientes que informaron al menos un 50% de alivio del dolor y redujo la necesidad de analgésicos similares a la morfina. Sin embargo, debido a que la magnitud de estos efectos positivos es pequeña, es incierta la relevancia clínica de la música para el alivio del dolor en la práctica clínica
RESUMEN
Antecedentes:
No se ha establecido la eficacia de la música para el tratamiento del dolor.
Objectivos:
Evaluar el efecto de la música sobre la intensidad del dolor agudo, crónico o asociado al cáncer, el alivio del dolor y la necesidad de analgésicos.
Estrategia de búsqueda:
Se hicieron búsquedas en The Cochrane Library, MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, LILACS y en las referencias en los manuscritos recuperados. No hubo restricciones de idioma.
Criterios de selección:
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorios que evaluaron el efecto de la música sobre cualquier tipo de dolor en niños o adultos. Se excluyeron los ensayos que informaron los resultados de tratamientos simultáneos no-farmacológicos.
Recopilación y análisis de datos:
Los datos fueron extraídos por dos autores de la revisión independientes. Se calcularon la diferencia media en los niveles de intensidad del dolor, el porcentaje de pacientes con al menos un 50% de alivio del dolor y la necesidad de opiáceos. El consumo de opiáceos se convirtió a equivalentes de morfina. Para explorar la heterogeneidad, los estudios que evaluaron adultos, niños, dolor agudo, crónico, asociado a neoplasias, al trabajo de parto, a procedimientos o experimental se evaluaron por separado, así como aquellos en los cuales los pacientes eligieron el tipo de música.
Resultados principales:
Cincuenta y un estudios, que incluyeron 1 867 sujetos expuestos a la música y 1 796 controles, cumplieron con los criterios de inclusión.
En los 31 estudios que evaluaron la media de la intensidad del dolor hubo una variación considerable en el efecto de la música, lo que indicó heterogeneidad estadística (I2 = 85,3%). Después de agrupar los estudios según el tipo de dolor, la heterogeneidad persistió, excepto en los estudios que evaluaron el dolor agudo postoperatorio. En este último grupo, los pacientes expuestos a la música presentaron una intensidad del dolor 0,5 unidades más baja (en una escala de 0 a 10) que los sujetos no expuestos (IC del 95%: -0,9 a -0,2). Los estudios que permitieron a los pacientes seleccionar la música no revelaron ningún beneficio de la misma; la intensidad del dolor se redujo 0,2 unidades (IC del 95%: -0,7 a 0,2).
Cuatro estudios informaron la proporción de sujetos con al menos un 50% de alivio del dolor: los sujetos expuestos a la música mostraron un 70% más de probabilidades de presentar alivio del dolor que los sujetos no expuestos (IC del 95%: 1,21 a 2,37). NNT = 5 (IC del 95%: 4 a 13).
Tres estudios evaluaron la necesidad de opiáceos 2 horas después de la cirugía: los sujetos expuestos a la música requirieron 1,0 mg (18,4%) menos de morfina que los sujetos no expuestos (IC del 95%: -2,0 a -0,2). Cinco estudios evaluaron la necesidad de opiáceos 24 horas después de la cirugía: el grupo expuesto a la música requirió 5,7 mg (15,4%) menos de morfina que el grupo no expuesto (IC del 95%: -8,8 a -2,6). Cinco estudios evaluaron la necesidad de opiáceos durante procedimientos dolorosos: la diferencia en dicha necesidad mostró una tendencia a favor del grupo expuesto a la música (-0,7 mg, IC del 95%: -1,8 a 0,4).
Conclusiones de los revisores:
Escuchar música reduce los niveles de intensidad del dolor y la necesidad de opiáceos, pero la magnitud de estos beneficios es pequeña y, por lo tanto, su importancia clínica es incierta.
Esta revisión debería citarse como: Cepeda MS, Carr DB, Lau J, Alvarez H. Música para el alivio del dolor (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, número 4, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com (Traducida de The Cochrane Library, 2007 Issue 4. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).
Éste es el resumen de una revisión Cochrane traducida. La Colaboración Cochrane prepara y actualiza estas revisiones sistemáticas. El texto completo de la revisión traducida se publica en La Biblioteca Cochrane Plus (ISSN 1745-9990).
El Centro Cochrane Iberoamericano traducen, Infoglobal Suport edita, y Update Software Ltd publica La Biblioteca Cochrane Plus.
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