viernes, 7 de marzo de 2008

La atención a las personas mayores dependientes en Andalucía. Defensor del Pueblo Andaluz. Diciembre 2007.

Título:
La atención a las personas mayores dependientes en Andalucía

Autores: Defensor del Pueblo Andaluz Fuente: 2007, : 219 p.

Editor: Defensor del Pueblo Andaluz

Lugar: Sevilla.

Nota: Informe especial del Defensor del Pueblo Andaluz, al Parlamento, sobre la atención a las personas mayores dependientes en Andalucía.


CONCLUSIONES

1. En Andalucía se produce el fenómeno común a los países occidentales conocido como “envejecimiento poblacional” ( progresiva mayor proporción de personas mayores de 65 años en el conjunto de la población ), dándose algunas de las características comunes al proceso ( feminización, aumento considerable de los mayores de 80 años ), presentando cifras ligeramente inferiores a las del conjunto de España y Europa.

La longevidad media de la población andaluza ha crecido espectacularmente en el último medio siglo, siendo en la actualidad similar a la europea y ligeramente inferior a la media española. En las últimas décadas, el aumento en número de años de la esperanza de vida al nacimiento en Andalucía ha sido inferior a la media estatal, tanto para hombres como para mujeres.

Las principales causas de mortalidad de las personas mayores andaluzas son, por este orden, las enfermedades circulatorias, los tumores, y las enfermedades respiratorias, al igual que en nuestro entorno geográfico.

La prevalencia de enfermedades crónicas con alto impacto en la morbimortalidad ( Hipertensión arterial, Diabetes Mellitus tipo 2, Dislipemias) es similar a la de la media española, con cifras más altas en mujeres y a mayor edad.

Las personas mayores andaluzas presentan un alto grado de sedentarismo.

Las personas mayores andaluzas tienen un estado de salud percibida (autopercepción) mejor que la media nacional, siendo su salud la principal preocupación de nuestras personas adultas mayores y la identifican fundamentalmente con la capacidad de desenvolverse de manera autónoma e independiente en la vida cotidiana enfatizando la preocupación por la calidad de vida.

La Dependencia en personas mayores esta determinada por factores como enfermedades y deficiencias (osteoarticulares, Diabetes Mellitus tipo 2, cardiovasculares, problemas sensoriales, deterioro cognitivo , limitaciones en extremidades inferiores, etc.), características sociodemográficas (sexo femenino, edad avanzada, bajo nivel socioeducativo), hábitos de vida poco saludables ( tabaquismo, sedentarismo, aislamiento social, etc.).

Existen factores internos o externos al individuo que modulan el proceso de la dependencia: afrontamiento individual, apoyo emocional, accesibilidad, ayudas técnicas, promoción de la salud, prevención, atención especializada, etc.

Las tasa de discapacidad de las personas mayores andaluzas supera ampliamente la media nacional. Andalucía ocupa el primer lugar en número de personas mayores con discapacidad, y el segundo en proporción al conjunto de la población entre las Comunidades Autónomas.

Las personas mayores andaluzas presentan una mayor prevalencia de dependencia que las del resto del Estado: se estima que entre el 40% y el 50% de las personas mayores de 65 años necesitan ayuda para realizar alguna actividad de la vida diaria .

El 15% de los mayores presentan grados de dependencia leve, necesitando ayuda solo para alguna de las actividades instrumentales. Representan un grupo estratégico para desarrollar programas específicos de prevención.

Los patrones culturales y de género tienen su expresión en la necesidad de ayuda de las personas dependientes.

Las personas mayores de 80 años presentan tasas de dependencia un 20-30% superiores a los de 65-79 años, así como mayores grados de severidad.

Entre las personas mayores andaluzas dependientes con grados de severidad moderados o severos tienen un mayor peso relativo las mujeres y las personas con menor nivel educativo y económico.

La esperanza de vida libre de discapacidad de los mayores de 65 años se sitúa en los 10 años en nuestro medio.

El estatus socioeconómico es un reconocido determinante del estado de salud. Las personas mayores andaluces presentan un nivel educativo significativamente inferior a grupos poblacionales de menor edad. Aproximadamente una tercera parte de los hogares andaluces cuyo principal sustentador es una persona mayor y una tercera parte de los mayores en general se encuentran situados por debajo de la línea de pobreza del 60% de la media nacional del gasto medio equivalente (porcentajes que superan en un 10% la media nacional). La mejora de
estas condiciones es un reto ineludible

2. La mayor parte de las personas mayores dependientes pueden permanecer en su entorno gracias al denominado cuidado informal, entendido como la prestación de cuidados a personas dependientes por parte de familiares, amigos, u otras personas que no reciben retribución económica por la ayuda que ofrecen.

El 85% de las personas mayores andaluzas de 65 a 79 años dependientes recibe ayuda de sus familiares, situación que se da en el 87% de los mayores de 80 años.

El perfil típico de cuidadora es el de una mujer, pariente de la persona mayor (hija, habitualmente), de 57 años de edad media ( aunque hasta un 32 % de las personas cuidadoras de mayores andaluces son a su vez mayores de 65 años), de bajo nivel educativo y escasos recursos económicos, ejerciendo el cuidado con escaso o nulo apoyo formal o informal.

El cuidado de mayores dependientes suele ser permanente y continuado, prolongado en el tiempo (el 50% de las cuidadoras lleva más de 5 años ejerciendo, el 33% más de 10), y de dedicación prácticamente exclusiva.

Repercusiones del cuidado en las cuidadoras Andaluzas:

Las cuidadoras andaluzas se encuentran frecuentemente agotadas (45%), con salud regular o mala (46%) con especial afectación de la esfera psicológica.

Perciben que cuidar afecta negativamente a su salud (51%).

El ejercicio del cuidado merma las posibilidades laborales, de desarrollo profesional e incrementa el gasto familiar .

Las personas cuidadoras siguen entendiendo que el cuidado de sus mayores es una obligación moral. Pero consideran, también, que deberían tener ayuda de los servicios públicos de atención (el 75%) y también de otros familiares.

Los servicios más demandados por los cuidadores son el Servicio de Ayuda a Domicilio, las ayudas económicas para adaptaciones en el hogar, y la teleasistencia.

Las políticas de apoyo a cuidadoras deberían ser, en primer término, políticas de reducción de las desigualdades y fomento de la equidad.

3. Existe margen para mejorar la mortalidad prevenible y el “exceso de discapacidad” de las personas mayores andaluzas. La promoción de la salud y prevención de la enfermedad , la prevención del deterioro funcional desde atención primaria y especializada, y la prevención de la iatrogenia contribuirían a la búsqueda de la excelencia en la atención a nuestros mayores.

El envejecimiento activo incluye factores sociales, ambientales, económicos, conductuales, y de servicios de salud y sociales .

Se deben potenciar los programas de fomento de la actividad física, de alimentación saludable, de activación mental y participación y promoción social.

Las personas mayores deben tener acceso a los programas de Prevención Primaria según los protocolos y recomendaciones vigentes.

Corresponde a la Atención Primaria de Salud la aplicación y extensión de medidas de prevención y promoción de la salud, detección y actuación sobre mayores “frágiles” o en riesgo, y el correcto abordaje de los síndromes geriátricos y cuadros clínicos específicos.

Se deben implementar protocolos preventivos específicos de síndromes geriátricos (trastornos de equilibrio y caídas, deterioro cognitivo, incontinencia urinaria, alteraciones sensoriales, malnutrición, polifarmacia, maltrato y abuso).

Algunas de las labores reseñadas aparecen recogidas en la cartera de servicios de Atención Primaria. La aplicación de los diferentes programas es desigual y más testimonial que efectiva.

Es necesario ofertar carteras de servicios en Atención Primaria efectivas, basadas en evidencias científicas y con mecanismos de evaluación y mejora, que recojan la problemática asistencial de las personas mayores.

Es necesario formar y capacitar a los profesionales de Atención Primaria en la prevención y manejo de los problemas de las personas mayores más frágiles y dependientes. La labor de los servicios docentes de Geriatría es imprescindible.

Se deben adecuar los recursos humanos y materiales a la realidad asistencial actual de los Centros de Salud .

Se deben crear y estructurar mecanismos de apoyo por parte de la atención geriátrica especializada. La figura del Geriatra consultor por distrito, o incorporado a equipos interdisciplinares de enlace debiera ser evaluada.

La atención domiciliaria es labor fundamental en la atención continuada de mayores dependientes. Reconociendo el liderazgo de los profesionales de enfermería en la prestación de cuidados domiciliarios, la complejidad de situaciones, la imbricación de factores sociales y sanitarios hacen aconsejables equipos multidisciplinares sociosanitarios de atención. La posibilidad de implementar equipos de soporte debiera ser evaluada.

Se deben potenciar medidas de formación y apoyo a cuidadores, así como el traslado al domicilio de recursos materiales y humanos (ayudas técnicas, fisiopterapia, etc.)

Las personas mayores hacen un mayor y mejor uso de los recursos sanitarios hospitalarios. Por otro lado, tras un ingreso hospitalario el 30% de los mayores de 65 años y el 50% de los mayores de 80 años van a presentar deterioro funcional. Es ineludible establecer estrategias de prevención y tratamiento precoz en atención especializada.

Las evidencias científicas muestran que para mejorar la eficacia y eficiencia de la asistencia al mayor hospitalizado se deben desarrollar protocolos de detección de personas mayores en riesgo de deterioro funcional, contar con equipos multidisciplinares que usen la valoración geriátrica integral como mecanismo diagnóstico y terapéutico , personal especializado en Geriatría allá donde la atención a mayores de 70 años sea frecuente, y desarrollar protocolos específicos de manejo de síndromes geriátricos.

La cartera de Servicios de Atención Especializada del Servicio Andaluz de Salud no contempla la atención especializada en Geriatría.

El desarrollo progresivo de de la atención geriátrica especializada de las personas mayores andaluzas más vulnerables, recomendado por las evidencias científicas y recogido como derecho en el Estatuto de Andalucía de 2007, debe ser un hecho ineludible en los hospitales Generales.
Los profesionales del Sistema Sanitario Pública de Andalucía que ejercen como especialistas en Geriatría debieran ser reconocidos como tales, así como las Unidades hospitalarias en las que desarrollan su trabajo.

Se recomienda que toda persona mayor de 80 años o entre 65 y 80 con algún síndrome geriátrico o riesgo de deterioro funcional que acuda al hospital, debe recibir una valoración y asistencia geriátrica integral.

Las Unidades Hospitalarias que atiendan mayoritariamente a personas mayores de 70 años deberán contar con médicos y enfermeras especialistas en Geriatría en el equipo asistencial multidisciplinar.

Se deberán implementar Unidades de Media Estancia Geriátrica o recuperación funcional , dirigidas a personas mayores con deterioro funcional moderado-grave reciente y posibilidades de recuperación.

Se recomienda el desarrollo de Hospitales de Día Geriátricos dirigidos a mayores con deterioro leve-moderado reciente y necesidad de cuidados geriátricos y rehabilitadores para su recuperación funcional.

La iatrogenia farmacológica y asistencial (falta de adecuación de la asistencia hospitalaria a las necesidades de los mayores hospitalizados) genera dependencia.

Se deben implementar medidas legales, administrativas y técnicas que desarrollen la coordinación de recursos sanitarios y sociales en la atención de las personas mayores dependientes.

4. Los denominados Centros de día u hogares son los equipamientos donde se articulan las políticas sociales de promoción y prevención de la dependencia en personas mayores. La ratio de cobertura en Andalucía (52%) se sitúa por encima de la media de España. No se dispone de datos sobre equipamientos de dichos centros, cartera de servicios, actividades, etc.

Los usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio han aumentado en los últimos años en términos absolutos y relativos. La ratio de cobertura en Andalucía para mayores de 65 años es de 3,38 por cada 100 mayores, ligeramente inferior a la media estatal. En cuanto a la intensidad del servicio Andalucía ocupa el penúltimo lugar entre las comunidades autónomas.

El servicio de Teleasistencia ha crecido de forma importante en los últimos años siendo utilizado por 55.000 usuarios, lo cual representa una ratio de 4.80 por cada 100 personas mayores.

Las Unidades de Estancia Diurna o Centros de Día para personas mayores dependientes presentan una ratio de 0.30 similar a la media estatal.

En los últimos años se ha producido un crecimiento del número de plazas residenciales dirigidas a personas mayores dependientes. Aún así , la ratio de plazas de financiación pública en Andalucía es inferior a la media estatal.

Los programas de respiro familiar tienen un desarrollo incipiente.

La Ley de la Dependencia prevee prestaciones económicas con carácter excepcional, cuando no sea viable el acceso a un servicio público o concertado. La insuficiencia de recursos y de su promoción puede quebrar esta excepcionalidad.

Dada la escasez de recursos y la mayor prevalencia de dependencia de los mayores andaluces, se deberán promover de manera urgente los servicios recogidos en catálogo a fin de no subvertir el espíritu de la Ley .

Especialmente urgentes son las dotaciones de plazas residenciales, Servicio de Ayuda a domicilio con mayor intensidad horaria y cualificación profesional adecuadas, y Centros de Día para personas mayores dependientes, así como Centros de Día especializados ( pacientes con demencia).

Es necesario establecer mecanismos de coordinación con los Servicios de Salud a fin de mejorar la atención integral de los mayores.

Los personas mayores institucionalizadas en Residencias deberán contar con atención geriátrica especializada en el seno del equipo multidisciplinar de trabajo.

Se debieran establecer protocolos de derivación adaptada para mayores institucionalizados hacia el hospital de referencia.

Se evidencia la necesidad de profundizar en la coordinación con los Servicios de Salud y las Entidades locales, puntos débiles de la misma.

RECOMENDACIONES DEL DEFENSOR DEL PUEBLO ANDALUZ EN RELACIÓN A LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES DEPENDIENTES EN ANDALUCÍA.

1. Al Consejo de Gobierno

Primera.- Que se estudie la necesidad de reforzar el Sistema Andaluz de Atención a la Dependencia (SAAD) mediante niveles de protección superiores al mínimo estatal garantizado, promoviendo la adopción de acuerdos con la Administración General del Estado así como niveles adicionales de protección con cargo a los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Segunda.- Que sin perjuicio de la obligada adecuación de la legislación andaluza de servicios sociales (fundamentalmente la Ley de Servicios Sociales de 1988 y Leyes de Atención a las personas con discapacidad y a las personas mayores de 1999), se valore la oportunidad y conveniencia de promover una ley andaluza de promoción de la autonomía y atención a las personas en situación de dependencia.

Tercera.- Que se agilice la puesta en marcha de la Agencia para la Atención a la Dependencia en Andalucía, dotándola con los recursos necesarios para garantizar una eficaz y eficiente gestión del Sistema Andaluz de Atención a la Dependencia (SAAD).

Cuarta.- Que se articulen las medidas de colaboración con la Administración Local, así como el traspaso de los medios y recursos que fueran necesarios, para asegurar la adecuada y eficaz cooperación de los Servicios Sociales Comunitarios en la gestión de este sistema.

Quinta.- Que se establezcan los criterios generales de coordinación sociosanitaria entre los distintos departamentos de la Administración Autonómica y Local de Andalucía, y en base a ellos se adopten las medidas necesarias para una adecuada y continua atención de las personas dependientes.

2. A la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social

Sexta.- Que se agilicen los procedimientos y se refuercen los recursos destinados a la valoración de la situación de dependencia, resolviendo los procedimientos relativos al reconocimiento del grado y nivel y a las prestaciones y servicios derivados de la misma, en los plazos establecidos.

Séptima.- Que se dicten las instrucciones necesarias en orden a que en la elaboración de los Programas Individuales de Atención (PIA), la determinación de la intervención mas adecuada a las necesidades de la persona en situación de dependencia, respete la prioridad de los servicios del catálogo sobre las prestaciones económicas, que en todo caso tendrán carácter excepcional.

Octava.- Que se incrementen los recursos relativos a los servicios del Catálogo, especialmente los relativos al servicio de ayuda a domicilio y residencial, en orden a que los ratios de cobertura igualen o superen la media española.

Novena.- Que se valore la necesidad y viabilidad de establecer, con cargo a los presupuestos autonómicos, complementos a las prestaciones económicas de atención a la gran dependencia, cuando las especiales circunstancias y gravedad de dicha situación lo justifique.

Décima.- Que se incrementen los fondos asignados a las convocatorias anuales de subvenciones y al Plan Concertado de Prestaciones Básicas de Servicios Sociales, sin que en ningún caso las partidas presupuestarias relativas a las mismas se reduzcan con motivo de la financiación al Sistema Andaluz de Atención a la Dependencia (SAAD).

3. A la Consejería de Salud

Undécima.- Que se valore la necesidad de elaborar guías y protocolos de atención sanitaria a las personas mayores dependientes, en orden a una asistencia integral, integrada, continuada y coordinada entre los distintos niveles asistenciales, garantizándose la equidad en el acceso y adaptando las estructuras de atención a las necesidades de estos usuarios.

Duodécima.- Que se incrementen y refuercen los programas específicos de promoción y prevención dirigidos a las personas mayores frágiles o en riesgo de estarlo así como los programas especiales de uso mayoritario por personas mayores.

Decimotercera.- Que se incrementen la atención sanitaria domiciliaria, tanto en los niveles de asistencia primaria como especializada, especialmente para los casos de personas mayores dependientes inmovilizadas o en situación terminal.

Decimocuarta.- Que se incrementen y refuercen los servicios de Rehabilitación y Fisioterapia, tanto en los Centros como la domiciliaria.

Decimoquinta.- Que se promueva la formación geriátrica de los profesionales sanitarios de los distintos niveles asistenciales.

Decimosexta.- Que se incrementen las unidades hospitalarias de geriatría y se valore la necesidad de crear un Servicio de Geriatría de referencia en Andalucía.

4 . A las Consejerías de Salud y para la Igualdad y Bienestar Social

Decimoséptima.- Que se estudie la necesidad de elaborar un Plan Andaluz de Atención a las Personas Mayores en situación de Dependencia, en el que se integraran los distintos planes sectoriales/específicos (Plan de Atención a Cuidadores Familiares, Plan Andaluz de Alzheimer, etc.), en el que se establezcan los mecanismos de coordinación entre los distintos niveles de asistencia sanitaria (primaria y especializada) y de servicios sociales.

Decimoctava.- Que se refuercen y coordinen las medidas de apoyo y de formación a los cuidadores/as informales, especialmente en los casos de enfermos dependientes sometidos a cuidados familiares y con asistencia sanitaria domiciliaria.

Decimonovena.- Que se valore la necesidad de incorporar una valoración geriátrica integral de las personas mayores dependientes, que ponga especial énfasis en su estado o capacidad funcional, como exigencia para el ingreso y seguimiento de su atención en cualquier dispositivo sanitario o sociosanitario residencial.

5. A la Consejería de Obras Públicas y Transportes

Vigésima.- Que se incrementen las ayudas tendentes a la seguridad y adecuación funcional ásica de viviendas que constituyan la residencia habitual y permanente de las personas mayores dependientes.

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