Aproximadamente el 6% de la población de España padece insuficiencia renal crónica

- Los pacientes reclaman una mayor implicación del primer nivel asistencial en la prevención y detección precoz de la insuficiencia renal crónica.
- La falta de información relativa al tratamiento que siguen estos pacientes, así como las dificultades económicas a las que se enfrentan son dos de los grandes problemas de este colectivo.
- El diagnóstico precoz de la enfermedad renal condiciona el hecho de que se pueda hacer una programación pormenorizada en virtud de las características particulares del paciente.

Madrid, 13 de marzo de 2008. Los riñones tienen una función clave en el organismo: filtran más de doscientos litros de sangre diariamente, producen hormonas que controlan la producción de glóbulos rojos y la calcificación de los huesos, además controlan la tensión arterial y son responsables de regular el proceso biológico del cuerpo.

En España, aproximadamente el 6% de la población padece insuficiencia renal crónica, lo que supone un importante impacto de esta patología sobre la salud de la población, lo que ha motivado el reclamo por parte de la sociedad de una mayor implicación del primer nivel asistencial en la prevención y detección precoz de esta patología.

Esta conclusión se pone de manifiesto con motivo del Día Mundial del Riñón —que se celebra hoy— aunque es una cuestión abordada recientemente en el Encuentro sobre Insuficiencia Renal Crónica, organizado por el Foro Español de Pacientes y la Universidad de Pacientes y que ha contado con el patrocinio de la compañía biotecnológica Amgen.

Como consecuencia de su prevalencia y de constituir un importante factor de riesgo cardiovascular, “sería necesario contar con una mayor implicación del primer nivel asistencial en la prevención y detección precoz de la insuficiencia renal crónica”, apunta el Dr. Albert J. Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes (FEP).

Además de la variabilidad asistencial, “existen importantes diferencias regionales en relación con los criterios por los cuales una persona con insuficiencia renal crónica es considerada o no apta para un determinado trabajo”, ha apuntado el Dr. Jovell, quien también destaca las dificultades económicas que tienen muchos de estos pacientes para afrontar los gastos derivados de esta enfermedad, y la falta de información que se les suele ofrecer durante el tratamiento.

El presidente del FEP considera que hay dos cuestiones básicas en relación con la calidad de vida de los enfermos con insuficiencia renal crónica: por un lado “la potenciación de la educación terapéutica y sobre estilos de vida saludables, y la gestión de posibles incertidumbres relacionadas con la espera del trasplante y con el acceso a la diálisis y a los tratamientos de soporte”, concluye.

Importancia del diagnóstico precoz

El hecho de que la enfermedad renal se diagnostique precozmente condiciona el que se pueda hacer una programación pormenorizada en virtud de las características particulares del paciente y del tipo de insuficiencia renal crónica que padece, siendo la diálisis, en primer lugar, y el trasplante, en segundo, el tratamiento estándar de esta enfermedad.

Por su parte, “la mejora en la supervivencia de los pacientes con insuficiencia renal crónica no va acompañada siempre de una mejora de la calidad de vida, que suele verse afectada tanto por las alteraciones físicas asociadas a la enfermedad como por el elevado nivel de implicación que exigen los tratamientos y los trastornos derivados de éstos”, concluye el Dr. Jovell.