La Agencia de la Seguridad Social de Belfast (Irlanda del Norte) para la que Austin trabajaba la jubiló 18 meses después de su accidente por motivos médicos, por lo que la trabajadora presentó una demanda.
Los tribunales han dado la razón a la empleada, por lo que su empresa tendrá que indemnizarla con casi 24.000 euros y realizar las adaptaciones necesarias de su puesto de trabajo para que pueda reincorporarse, ahora que ha finalizado su rehabilitación y se encuentra en condiciones de volver a trabajar.
"Quiero agradecer la ayuda que he recibido de la Comisión para la Igualdad y de mis colegas inmediatos. Estoy muy satisfecha ya que este caso ha dado a conocer la necesidad de adaptar el puesto de trabajo de las personas con discapacidad sobrevenida, y espero que contribuya a mejorar la situación en este ámbito" ha indicado Austin.
Fuente: disc@pnet
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