Más del 78% de las cuidadoras padece algún dolor, más de un 66 artrosis y casi un 74% tiene problemas de espalda

Europa Press (03/04/2008)

El 78,5 por ciento de las mujeres que cuidan de algún familiar dice que sufre algún dolor muscular, un 66,5 padece artrosis y un 73,9 tiene problemas de espalda, según señaló hoy el Area de investigación sobre el envejecimiento del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP Jordi Gol).

Así, el 63,4 por ciento de las mujeres que tienen que cuidar a de las cuidadoras expresan dificultades para desarrollar su tarea de cuidar, un 62 por ciento refiere dificultades para dormir, un 62 por ciento sufre ansiedad y un 60 por ciento depresión.

Estos datos forman parte de un análisis preliminar de las primeras entrevistas realizadas por la organización, para un estudio más amplio que tiene como objetivo analizar los efectos en la salud de las cuidadoras familiares, y del cambio del rol de cuidar, debido a la muerte o ingreso en un centro del paciente cuidado.

El estudio, que se hará durante 3 años y en el que participarán 1.500 cuidadoras, demuestra que el 60 por ciento presenta dificultades para desarrollar la tarea de cuidar y para dormir y el 68 por ciento dice tener una salud mala o regular. Además, en la mayoría de los casos se medican por enfermedades crónicas y suelen tomar la medicación regularmente, pero un tercio no va a las visitas programadas debido a su rol de cuidar.

Además, en el 46 por ciento de las cuidadoras dice tener menos de una hora diaria entre semana y un 52,8 por ciento menos de una hora diaria el fin de semana. Asimismo, el 69 por ciento no ha hecho ninguna excursión, ni salida de fin de semana en el año anterior, y un 53 por ciento no han hecho vacaciones. De hecho, un 18 por ciento de las cuidadoras no tiene a nadie con quién dejar la persona que requiere las curas, y un 17 por ciento lo soluciona con una persona remunerada.

En cuanto al perfil de la cuidadora, según los datos de IDIAP Jordi Gol, en un 85 por ciento suelen ser mujeres, con una edad media de 62 años, y en un 83 por ciento convive con la persona que cuida.

En un tercio no ha ido a la escuela o bien no ha acabado los estudios primarios.Al mismo tiempo, entre las participantes con edad activa, sólo un 29 por ciento tiene un trabajo remunerado actualmente, un tercio ha tenido que reducir su jornada laboral, y la mitad han tenido que dejar de trabajar para poder cuidar la persona con dependencia.