En España se estima que el 20% de las personas que han experimentado un accidente cerebrovascular fallece a los 3 meses del episodio
El ictus constituye la principal causa de discapacidad aguda en la población mayor de 65 años, y en España se estima que el 20% de las personas que han experimentado un ictus fallece a los 3 meses, según informaron los expertos participantes en el VII Curso de Formación Doctor Salgado Alba en Neurogeriatría, organizado por la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG) y la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Los especialistas señalaron que el 7% de los mayores de 65 años ha experimentado un accidente cerebrovascular. Esta enfermedad es la principal causa de muerte en mujeres y la tercera en varones, y la mitad de las personas que sobreviven permanece con algún grado de discapacidad.
Según el Dr. Juan José Baztán, del Servicio de Geriatría del Hospital Central de la Cruz Roja en Madrid, "una parte importante de esta discapacidad se podría prevenir. Los últimos datos disponibles en los países occidentales han mostrado que las medidas preventivas son eficaces ya que se ha registrado una disminución en la incidencia del ictus en todos los grupos de edad, incluso los mayores de 80 años". "Por tanto, hay que insistir en el control de los factores de riesgo ya conocidos como el consumo del tabaco, el sobrepeso, la hipertensión arterial o la diabetes", añadió.
En este sentido, el Dr. Baztán subrayó que "una adecuada asistencia sanitaria postictus, que contemple la atención durante todo el episodio, desde la fase aguda hasta el posterior período de rehabilitación intra y extrahospitalario, también contribuye a reducir la discapacidad secundaria al ictus".
Por su parte, el Dr. David Pérez Martínez, coordinador del Grupo de Estudio de Neurogeriatría de la Sociedad Española de Neurología, se refirió al diagnóstico precoz como otra de las claves en el control de la enfermedad. "El ictus no se puede considerar como una enfermedad de mayores asociada al envejecimiento, aunque es cierto que se produce con mayor frecuencia en personas de edad avanzada", señaló. "En el anciano, el ictus no siempre se manifiesta de la misma forma que en el adulto, sino que se puede presentar en forma de cuadros atípicos, por lo que es fundamental un diagnóstico correcto para poder actuar de forma rápida y precoz", destacó.
Según los especialistas, la importancia de la prevención y control de ictus estriba en que se pueden evitar otras enfermedades neurogeriátricas como la epilepsia, ya que, como señalaron, casi la mitad de las epilepsias que se producen en el anciano está asociada a un antiguo ictus. El doctor Baztán afirmó que "la epilepsia no es una patología mortal, pero afecta a las actividades diarias del enfermo". Se estima que 1% de la población mayor de 65 años sufre epilepsia y cada año se diagnostican 15 nuevos por casos por cada 10.000 mayores.
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